•  La diputada de Cs preguntará el lunes en el Pleno del Parlamento por la situación en el que se encuentra el expediente de la IGP Carne de Cantabria

 

Santander, sábado 23 de abril de 2022. “Los ganaderos necesitan poder trabajar con garantías que aporten un valor añadido y den confianza al consumidor”. Es lo que ha manifestado hoy la diputada de Ciudadanos (Cs), Marta García, quien ha recordado que el Gobierno PRC-PSOE “tiene pendiente a 300 familias de ganaderos”, criadores de charolea, pirinaica, blonda y fleckvieh, con casi 9.000 animales, “de la modificación de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Carne de Cantabria”, con el fin de “poder integrarse dentro de este distintivo que es”, a su entender, “sinónimo de calidad”.

“Como ganaderos de nuestra tierra, tienen el mismo derecho que el resto a estar ahí”, ha enfatizado la diputada de Cs, quien se ha mostrado convencida de que los sellos de calidad aportan el “elemento diferenciador” que permite “mejorar la rentabilidad de las explotaciones y hacerlas viables”, a la vez que “otorgan seguridad a los consumidores”.

“La importancia de producir alimentos amparados bajo sellos de calidad es conocida por todos los ganaderos y agricultores”, ha aseverado Marta García, que ha hecho hincapié en que la crisis sanitaria, económica y social “ha llevado a las granjas a una situación límite”, debido a la “subida desorbitada” de los costes de producción y a un Gobierno “que no se moja lo suficiente por un sector productivo tan importante y necesario”.

En este sentido, García preguntará el lunes en el Pleno del Parlamento por la situación en que se encuentra el expediente de la IGP “tres años después de que el consejero de Medio Rural, el regionalista Guillermo Blanco, anunciara en el Parlamento que se iba a estudiar la introducción de estas razas en la IGP”, así como por los plazos que maneja el Gobierno para la aprobación, por parte de Europa, del expediente. Asimismo, se interesará por la situación en que se encuentra el Consejo Regulador de la IGP Carne de Cantabria, porque “no funciona”.