• La concejala censura la negativa de los grupos políticos para emitir los plenos a través de Radio Foramontanos y crear una videoteca en la web municipal

 

Cabezón de la Sal, jueves 21 de noviembre de 2019.   “El Ayuntamiento quiere tapar  la voz de Ciudadanos en el municipio”. Así lo ha dicho la concejala de la formación naranja en Cabezón de la Sal, Esther Merino, tras la negativa de los grupos políticos de emitir en directo los plenos y grabarlos para que todos los vecinos puedan acceder a las decisiones que se tomen en las sesiones.

Para Merino, tras los votos en contra del equipo de gobierno (PRC-PSOE) y la abstención de IU y PP, queda acreditado que en el Ayuntamiento “no apuesta por la transparencia, todo lo contrario, prima la opacidad”. La edil ha señalado que la moción de Cs incluía que las grabaciones se realizasen a través de la emisora Radio Foramontanos, de titularidad municipal, por lo que no tendría coste para las arcas públicas, y de “forma íntegra” para garantizar la imparcialidad, medida que también fue cuestionada por la oposición, “con argumentos banales y sin sentido”.

“Lamentamos gravemente que la intención de no aprobar esta moción sea que no se escuche el mensaje de la formación naranja”, ha criticado, “no se escuchen las aportaciones y las propuestas en positivo”, así como las “críticas constructivas”, o las soluciones que se proponen, decisión que cuenta además con la connivencia de IU y PP, “que prefieren perjudicar a los vecinos antes de dar voz a Cs”.

En este sentido, ha recordado que en las pasadas elecciones municipales, la mayoría de los candidatos a la alcaldía se negaron a acudir a un debate organizado por Radio Foramontanos, con el único fin de “no entrar a debatir con la portavoz de Cs” en cuanto a comparativa de programas políticos y conocimiento de la política municipal.

Merino ha reiterado que con la decisión adoptada ayer en el pleno “perdemos todos” porque se niega a los vecinos la posibilidad de conocer de primera mano los acuerdos que “les van a afectar en su día a día en los próximos cuatro años” y se ahonda en la falta de transparencia,  propia de un “gobierno dictatorial”.