El candidato de Cs al Congreso manifiesta en su visita a Camargo que la formación no va a destinar dinero público en “colocar amiguetes” porque “no tiene mochilas”
Maliaño, jueves 18 de abril de 2019. “Una de las primeras medidas que tomará Cs a nivel nacional y autonómico es la eliminación de los chiringuitos políticos”. Es lo que ha avanzado el candidato de Ciudadanos (Cs) al Congreso de los Diputados por Cantabria, Rubén Gómez en la visita que ha realizado a Camargo junto al candidato a la Presidencia, Félix Álvarez, y al aspirante a ocupar la Alcaldía del municipio, Miguel Laso.
Una cita en la que ha subrayado que en Cantabria esos chiringuitos “existen”. “La Fundación Año Santo Jubilar Lebaniego es una buena muestra de ello”, ha manifestado Gómez, que también ha puesto como ejemplo la Fundación Comillas, que “nos cuesta a los cántabros seis millones de euros cada año para que veamos en la orla a cuatro alumnos y ocho profesores”.
“Se crean chiringuitos de amiguetes para colocar a afines al Gobierno y si algo defiende Cs es la regeneración de las instituciones, por lo que vamos a acabar con ellos”, ha señalado. El candidato de Cs al Congreso ha sostenido que “vamos a racionalizar la administración para que el dinero se destine donde se tiene que destinar”, utilizando esos recursos, ha dicho, “con eficiencia y transparencia”.
“La ineficiencia del sistema público empresarial y fundacional de Cantabria queda demostrada cuando observamos que hay más de 25 empresas públicas y muchas de ellas ni sabemos para qué sirven más allá de para colocar amigos”, ha criticado Rubén Gómez, que se ha referido en este punto a Sodercan, un servicio que “muchas empresas ni saben cómo utilizar”, o el ICAF.
Gómez ha recordado que, gracias al pacto de Presupuestos firmado por Cs con el Ejecutivo regional en el año 2017, la comunidad autónoma dispuso del informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) acerca de las empresas y fundaciones del sector público de Cantabria. En el mismo, tal y como ha reseñado, “se contemplan medidas para ahorrar 50 millones de euros en una legislatura”. “Es dinero público que se puede destinar a educación, sanidad o servicios sociales en lugar de a seguir alimentando esos chiringuitos”, ha concluido.