El Grupo Municipal de Ciudadanos pide que se etiquete el mobiliario urbano con el precio que cuesta su arreglo ante los desperfectos intencionados que sufren y con el fin de que los vecinos conozcan la inversión que se hace con dinero público.

Los concejales de Ciudadanos, David González y Cora Vielva, han registrado una moción con esta petición para que se debata en el próximo Pleno.

El coste medio de una papelera es de 160 euros, el de un contenedor de residuos urbanos supera los 400 euros, un contenedor metálico de recogida de papel y cartón sobrepasa los 650 euros y limpiar una pintada supera los 100 euros, comentó el portavoz de Ciudadanos, David González. “Sumando todas estas cantidades resulta obvio que debemos incidir en las campañas de educación y concienciación ya en marcha, para asegurarnos que cada santanderino sea consciente que el mobiliario urbano es de todos y no de nadie”, comentó el edil.

La moción también insta al Ayuntamiento a continuar con las campañas de concienciación cívica que se estén realizando en la actualidad.

A juicio de este Grupo Municipal, combinando el etiquetado del mobiliario urbano en zonas muy concurridas y en las de reciente construcción o reforma con las campañas de concienciación y mejorando la seguridad se darían los pasos en una buena dirección para paliar una situación que no solo comporta un gasto, sino que repercute de forma negativa en la imagen de la ciudad.

Ciudadanos cree que merece la pena implementar nuevas y llamativas estrategias de concienciación que ayuden a concienciar a los ciudadanos para proteger el mobiliario público, ya sea evitando daños o denunciando a quienes lo hacen.

Municipios de toda España han puesto en marcha distintas iniciativas para concienciar a sus vecinos sobre el coste que el vandalismo conlleva para las arcas municipales. En localidades como Pamplona (Navarra), Isla Cristina (Huelva), Jarandilla de la Vera (Cáceres) o Alzira (Valencia), entre otras, se puso en marcha una original campaña etiquetando bienes del mobiliario urbano para que los vecinos fuesen conscientes del coste que los mismos tenían para el municipio, recuerdan desde Ciudadanos.
En estas localidades la medida ha tenido como consecuencia la reducción del vandalismo, y todo gracias a una iniciativa sencilla, barata, novedosa y pedagógica, que busca despertar la conciencia cívica de los vecinos.

“El vandalismo es una cuestión compleja que ocurre en todos los entornos urbanos del mundo, aunque el número de actos y la gravedad de los mismos dependen en gran medida de la educación en valores y la conciencia social de sus vecinos y visitantes”, comentó David González.

Para Ciudadanos, Santander no es una excepción y soporta actos como la quema de contenedores de residuos urbanos, destrozos en papeleras, pintadas en espacios públicos y privados, parques infantiles, zonas ajardinadas, entre otros.